Edwards se consideró siempre un diletante, un hombre preocupado por un pensamiento no profesionalizante, omnicomprensivo, totalizador, global, poniendo por lo mismo el énfasis en la interpretación. Para quienes conozcan el opus edwardisiano esta es, sin duda, su gran característica; desde el Bosquejo histórico de los partidos políticos en Chile de 1903, pasando por La oganización política de Chile -conjunto de artículos escritos durante 1913/1914 y publicados finalmente en 1943-, hasta llegar a la Fronda Aristocrática en Chile de 1928.
En las Reflexiones sobre los principios y resultados de la revolución de 1891, publicado en 1899, viene a confirmar el hondo enraizamiento que el ensayo como forma, este estilo diletante -el movimiento, la economía de su escritura-, tiene en la obra de Edwards desde su génesis. en tal sentido no corresponde a una novedad, sino a un elemento de continuidad que permite reconocer claramente la inscripción común de sus nombres.
Juan Carlos Vergara.
Alberto Edwards (1837-1932).
Ensayista, narrador y político chileno. Colaboró en El Mercurio y fundó las revistas Valparaíso y Pacífico Magazine. Fue diputado y ministro en varias ocaciones, además de Director General de Estadística. En su obra, de carácter histórico y político fundamentalmente, figuran títulos como Reflexiones sobre los principios y resultados de la revolución de 1891 (1899), Bosquejo histórico de los partidos políticos chilenos (1903), La fronda aristocrática en Chile (1928) y Páginas históricas (1945). Sintió afición al género policíaco, al que pertenecen volúmenes de cuentos La catástrofe de la Punta del Diablo (1914) y Román Calvo, el Sherlock Holmes chileno (1953). Utilizó los seudónimos de Arístides y Miguel de Fuenzalida.